Manifiesto Asociación Payeses, Propietarios y Entidades del Empordá


La Asociación de Payeses, Propietarios y Entidades de l'Empordà ( APPEE ) es una entidad que nace a raíz de la propuesta de ampliación del Parque de los Aiguamolls de l'Empordà incluida en su Plan Especial. La nuestra es una entidad sin ánimo de lucro que vela por los intereses agrícolas, ganaderos y, paisajísticos del territorio, y las actividades económicas ante la Administración, ya sea municipal, autonómica o estatal.

Creemos firmemente que las figuras de protección que actualmente se quieren implantar en Cataluña, constituyen una fuerte agresión a la propiedad privada y las actividades económicas tradicionales de las zonas que afectan. Además se quiere hacer sin tener en cuenta la opinión de sus habitantes, basándose únicamente en criterios urbanitas de ordenación del territorio y , priorizando la biodiversidad y la conservación del medio ambiente, antes que la calidad de la vida de las personas.

No estamos en contra del Parque si no en contra de la gestión de la administración, que en la mayoría de los casos es deficiente e incluso inexistente. Por eso creemos que una ampliación podría ser nefasta para las zonas afectadas y demás zonas limítrofes.

Los humedales sin duda son una gran reserva de la biodiversidad y un refugio para aves marinas y migratorias, pero también se han convertido en una zona de refugio de fauna perjudicial para la agricultura, que no tiene nada que ver con los valores originales del parque.Se introdujeron los gamos, animales no autóctonos, que se escapan de los límites del parque y afectan gravemente los cultivos, e incluso han provocado accidentes mortales de tráfico, casos en los cuales el Parque se exime de responsabilidades. La presencia de la Vaca marina originaria de Menorca o el Caballo de la Camarga originario de Francia también nos sorprende. ¿Quizá los humedales se han convertido en un zoológico al aire libre?. También son refugio de los Jabalíes que se desplazaron de la Albera tras los incendios que sufrieron estas montañas. Estos animales actualmente son los principales causantes de daño agrícola en las fincas pertenecientes al parque y no está permitida la caza para regular la población siempre en crecimiento. La problemática con los visones americanos es un claro ejemplo de animal intruso, y a la vez depredador de fauna autóctona. La Garcilla bueyera. aparte de alimentarse de parásitos se alimenta de reptiles y anfibios autóctonos, así como de huevos y crías de aves, como codornices, perdices, patos, etc. Entre otras tenemos una gran invasión de cangrejo americano que, las malas lenguas dicen, se llevó a escondidas a los canales y ríos de l'Empordà para garantizar la alimentación de las Nutrias reintroducidas hace unos años. Estos últimos ejemplos constituyen una comunidad de invas ores ante la cual las autoridades del Parque no están haciendo ningún esfuerzo, para frenar su expansión. 

La llanura Empordanesa ha sido durante mucho tiempo una zona agrícola privilegiada.Entendemos que gran parte de la riqueza paisajística y de la conservación del territorio, recae en manos de los campesinos, los payeses que mantienen los campos activos, sus accesos transitables y los riegos y límites reconocibles. Nunca la agricultura había sido tan respetuosa con el medio ambiente como lo es ahora, y no entendemos qué preservación extra debe tener este territorio, sometiéndolo a una figura de protección con las limitaciones para la actividad agraria que ello conlleva, si el paisaje de campos cultivados ha sido durante años un sinónimo de la calidad de vida de l'Empordà. Los campesinos y especialmente los jóvenes campesinos son una especie en peligro de extinción y, es a éstos a quienes en lugar de protegerlos, se pone la continuidad de su "modus vivendi" en juego. No pedimos subvenciones. Queremos vivir honradamente de nuestro trabajo, y que nuestros campos y las decisiones sobre lo que se debe cultivar sigan en nuestras manos y no en las de la administración.

Creemos que se está frivolizado demasiado a menudo con lo que es realmente importante o no a nivel ambiental. Se han dado algunos casos en la zona de las marismas que hacen pensar que tal vez el motivo es la frivolidad del cuerpo de los agentes rurales. Una poda de mantenimiento para acceder a un campo no se puede confundir con una tala descontrolada y sobre todo no entendemos el motivo por el que se debe requisar un manojo de espárragos a un propietario que los recogía en su campo, amparándose en las leyes ambientales que lo prohíben. La administración se llena la boca sobre el respeto a las actividades tradicionales, pero los rurales a menudo toman unas medidas que rayan el "mobbing" agrícola. Toda esta serie de incongruencias hacen percibir este cuerpo como un instrumento recaudatorio del Departamento de Medio Ambiente.

La experiencia de los campesinos y propietarios del Parque Natural del Cap de Creus nos hace desconfiar de la palabra de la administración. Esta  les  presentó el  Parque como una gran oportunidad, cuando en realidad ha sido todo lo contrario. Limitaciones a la hora de construir infraestructuras agrícolas, como un simple cubierto para maquinaria hecho con materiales propios de la zona, se considera un delito ecológico. Toda actuación como un simple arreglo de caminos queda sujeto a una evaluación técnica dependiendo del Parque que, se demora hasta el punto de hacer desistir a todo el que tiene una cierta iniciativa.

Todo ello implica un descenso en el valor de las fincas, cosa que deja al propietario en una situación penosa de manera que no puede hacer nada en sus tierras ni se las puede vender por un precio que le permita instalarse en un lugar, donde ejercer su actividad tranquilamente. Sin duda una situación indignante que recuerda al régimen comunista de la antigua Unión Soviética. Por eso los afectados por el Parque del Montgrí también sufren por sus propiedades.

Paralelamente a nuestro desacuerdo con la ampliación de los Aiguamolls de l'Empordà, hemos puesto en marcha una recogida de firmas para solicitar la limpieza de la cuenca del Muga, es decir, del cauce del río y de sus afluentes.

L'Empordà tiene multitud de zonas habitadas y agrícolas inundables. En los últimos años se han producido varias inundaciones por desbordamientos de los ríos Muga, Manol y Orlina. La razón es la dejadez de sus cauces, llenas de árboles y basura. Los ríos mediterráneos tienen un evidente carácter torrencial y en caso de riadas repentinas toda la vegetación impide el paso del agua, provocando que los ríos salgan de madre con los consecuentes daños a cultivos y otros bienes. La gestión de la ACA ( Agencia Catalana del Agua) en este caso es claramente deficiente y eso conlleva muchos peligros. La gente teme que una riada se lleve propiedades que les han costado mucho esfuerzo y trabajo, o que les haga perder la cosecha que representa su forma de subsistencia a lo largo del a ño. Existen seguros para cubrir este daño, pero nunca los precios con que valoran las pérdidas se ajustan a la realidad.

No entendemos esta dejadez. Conocemos los riesgos y los efectos sobre los acuíferos del dragado de un río y no pedimos eso. Simplemente pedimos que se garantice el curso del agua para evitar daños sobre la población. Si es necesario dejar árboles, que se dejen los de los márgenes, que evitarán la erosión, pero el cauce del río debe estar limpio simplemente por seguridad.¡ El agua debe caber para que pueda pasar .! 

La protección marítima que prevé el plan Especial también está causando preocupación entre la gente que habita y tiene su actividad en primera línea del litoral. El uso turístico de la costa puede quedar afectado de manera importante con las reformas que dicta la Red Natura 2000. No vemos cuál es el porqué de la privación de la pesca recreativa cuando ésta tiene una incidencia mínima en el ecosistema marino. Y en todo caso los pescadores profesionales actualmente están respetando las paradas biológicas que hacen de la pesca una actividad sostenible. Las personas que practican el kayak o el kitesurf no deben tener ningún problema si las embarcaciones de mayor tamaño respetan las señalizaciones y, está claro que si todo el mundo circula por donde debe hacerlo, el efecto sobre el fondo marino es nulo. Hemos contactado con variasasociaciones de la parte marítima y todas están de acuerdo en que es una incongruencia la privación de la navegación recreativa en una zona turística como la bahía de Roses.

Otro tema que preocupa mucho a los campesinos y a la población en general es el del impuesto de sucesiones y donaciones. Cataluña es una de las últimas regiones de Europa que no ha abolido este impuesto o, que al menos le ha aplicado una reducción sustancial y, aparte, se desmarca por ser una de las más caras. La APPEE ha contactado con asociaciones que reclaman la equiparación con otras comunidades en relación a este impuesto. Si todos los Españoles somos iguales ante la ley, ¿ porque sobre una herencia de250.000.€ ,en Cataluña se pagaría 42.000.€ y en Madrid sólo € 420? Hay propietarios que cada tres generaciones han pagado por valor de una nueva compra de su propiedad, y todo eso supone un agravio comparativo sin precedentes respecto a otras comunidades. Es perfectamente legítimo que nuestros hijos puedan disfrutar del patrimonio que sus padres han conseguido sin tenerse que hipotecar. 

El "peaje de la muerte" es un peso que nos mantiene anclados en el pasado y, como siempre, la gestión de la administración competente no favorece en absoluto la clase media.

En definitiva los integrantes del APPEE creemos que la riqueza del paisaje agrícola es propia del Empordà y, que para mantenerla lo que hace falta es mantener una agricultura sana y activa. Las formas de protección que ampara la Red Natura 2000 sabemos por experiencia que representan un atentado contra la propiedad privada y la capacidad de decisión de los habitantes de las zonas afectadas. Y que es necesario que las administraciones mejoren sustancialmente la gestión de cualquiera de los Parques Naturales hoy existentes antes de plantear ninguna ampliación. Por eso hay que tener en cuenta la opinión de la gente del territorio y que ésta participe activamente en las juntas de gestión, para que todos podamos convivir sin que nadie salga perjudicado.

Edición APPEE